Investigando

 Cuando conocí el concepto de homeschooling en 2012, lo percibía como una modalidad educativa reservada para familias privilegiadas. Pensaba que los padres, sin preocuparse por las limitaciones materiales, podían enseñar a sus hijos en casa con todas las comodidades, equipamiento y espacios de estudio superiores a los de las escuelas tradicionales.

Decidí dedicar un año a investigar sobre este enfoque educativo y a entender qué factores contribuían al éxito de quienes lograban alcanzar sus metas académicas. En ese momento, había pocos grupos en redes sociales dedicados al homeschooling. Recuerdo que estos grupos se enfocaban en resolver dudas específicas y eran muy solidarios, ofreciendo recursos gratuitos y compartiendo investigaciones para ayudarte a alcanzar tus objetivos. Participé en videoconferencias gratuitas donde las familias compartían sus experiencias, sus metas y cómo lograban implementarlas.




Después de un año de investigación, me di cuenta de que el homeschooling no era solo una alternativa educativa, sino una verdadera filosofía de vida tanto para el tutor como para el alumno. Experimentamos lo que podría llamarse desescolarización, similar a lo que ocurre cuando se abandona el método tradicional de aprendizaje.

Como era de esperarse, surgieron muchas preguntas y dudas en mi entorno. Me cuestionaban: “¿Vas a tratar a tu hijo como un experimento?”, “¿Lo vas a mantener en una burbuja o en una caja de cristal?”, “¿Qué pasará con su socialización?”, “¿Qué aprenderá realmente?”, “¿No le estarás quitando su derecho a una educación?”. Además de estos cuestionamientos, también recibí comentarios de desánimo, tales como: “No vas a poder hacerlo”, “Lo vas a echar a perder”, “Deberías inscribirlo en la escuela, ya se te está pasando el tiempo”, “¿Qué ejemplo le estás dando?”, “Le estás truncando su futuro”, entre otros. Todo esto lo consideré en su momento como PRESIÓN SOCIAL.



Al analizar los pros y los contras, me di cuenta de que el mayor desafío era la PRESIÓN SOCIAL. A continuación, comparto mi lista de ventajas y desventajas:



PROS:

  • Aprendizaje personalizado: Estudio de cada materia a un ritmo adaptado a las circunstancias individuales.
  • Calidad de tiempo familiar: Mayor tiempo de convivencia sin el estrés asociado a un entorno escolar tradicional.
  • Alimentación saludable: Mejora en la calidad de la alimentación y en los horarios de las comidas sin prisas.
  • Comunicación directa: Ciclos de conversación y asesoramiento en momentos únicos y oportunos.
  • Atención a familiares: Tiempo disponible para cuidar a un familiar enfermo y para enfocarse en la educación de mi hijo.
  • Ahorro económico: Reducción de gastos relacionados con la educación formal y transporte.
  • Gestión del tiempo: Eficiencia en la administración del tiempo, permitiendo dedicarse a actividades extracurriculares como ciencia, idiomas, deportes, artes y recreación.
  • Diversidad de interacciones: Convivencia con personas de diferentes edades y contextos socioeconómicos, desde bebés hasta adultos mayores.
  • Experiencias reales: Visitas a lugares de la vida real como bancos, empresas, centros comerciales, museos y bibliotecas.
  • Enfermedades: Prioridad en la recuperación física sin la presión de cumplir con actividades académicas.
  • Autonomía: Desarrollo de habilidades autodidactas, autocontrol y autodisciplina, fomentando una mayor conciencia del entorno.
  • Gestión efectiva del tiempo: Aprender a organizar y administrar el tiempo de acuerdo a necesidades individuales.
  • Adaptación a cambios: Flexibilidad para adaptarse rápidamente a los cambios y desafíos de la vida.
  • Desafíos constantes: Oportunidad para enfrentar retos con un enfoque hacia el progreso, el bienestar y una contribución positiva a la sociedad.


CONTRAS:

  • Presión social constante: Enfrentarás juicios, críticas, señalamientos y comparaciones. Incluso cuando obtengas resultados positivos, te preguntarán: “¿Cómo lo lograste?”.
  • Autodisciplina y gestión: Sin autocontrol, autodisciplina y una buena administración de tus recursos, incluido el tiempo, es probable que el homeschooling no funcione. En ese caso, podrías concluir que ser homeschooler no es lo tuyo. Es importante recordar que, como mencioné al principio, el homeschooling es una filosofía de vida. Algunas familias se adaptan y prosperan en este enfoque, mientras que otras pueden encontrarlo menos adecuado.
  • Certificaciones y trámites: El proceso de obtener certificaciones y realizar trámites, como la obtención de pasaportes y la entrega de certificados, puede ser un desafío adicional significativo. Estos aspectos administrativos pueden ser más demandantes que el propio proceso de aprendizaje, y requieren un esfuerzo considerable para asegurar que se cumplan todos los requisitos necesarios.


Si has decidido dar el paso hacia el homeschooling, ten en cuenta que no estás solo. Para apoyarte en este proceso, hemos diseñado un Taller para Educadores en el Hogar, en el cual te proporcionaremos herramientas y estrategias para disfrutar de la educación con responsabilidad. Prepárate para afrontar estos desafíos con confianza y optimismo, y aprovecha nuestro material especializado para facilitar tu camino en esta aventura educativa. ¡Únete a nosotros y descubre cómo transformar el homeschooling en una experiencia enriquecedora y exitosa!



Cualquier información que requieras en la que te podamos apoyar puedes enviarnos mensaje por whatsapp: aquí



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