¿Será difícil?


 ¿SERÁ DIFICIL?




¿Te has preguntado por qué te parece difícil aprender y enseñar matemáticas? Ahora, con tu nuevo rol como docente, estás descubriendo esta alternativa de aprendizaje en la que tú guías a otros. Curiosamente, es la misma materia que siempre te dio dolores de cabeza...



¿Te desesperas porque no sabes cómo transmitir este conocimiento? Tal vez, durante tu época de estudiante, no tuviste las mejores experiencias en esta materia. No te preocupes, respira profundo. Existen muchos recursos en los que puedes apoyarte. Primero, como todos sabemos, es fundamental conocer a tus hijos o alumnos, lo que implica investigar y prepararte como tutor.

La tecnología puede ser tu aliada. Investiga, investiga y sigue investigando sobre los tipos de aprendizaje que mejor funcionan para tus hijos o alumnos. Realiza ejercicios exploratorios para observar sus comportamientos. Ellos te darán pistas sobre lo que les cuesta trabajo aprender y lo que no. Recuerda que el tipo de aprendizaje que implementes en tu hogar debe adaptarse a tus propias circunstancias y condiciones. Hazlo con responsabilidad, investigación, preparación, respeto, constancia, disciplina, motivación, tolerancia, paciencia y, sobre todo, con mucho amor.




Dependiendo de los autores tendrás varias explicaciones con respecto al tipo de aprendizaje, como el aprendizaje: receptivo, asociativo, no asociativo, emocional, cooperativo, activo, reflexivo, teórico, pragmático, auditivo, verbal, kinestésico, emocional, experiencial, implícito, explícito, memorístico, observacional, lógico, estructuralista, social, por descubrimiento, intrapersonal, físico, naturalista, expriencia concreta, observación reflexiva, conceptualización abstracta, experimentación activa, convergente, asimilador, divergente, acomodador y así podríamos revisar conceptos. Pero lo importante, es que de todos ellos apliques según la materia y las necesidades de tus hijos o alumnos el que se adecúe más a tus objetivos y metas de enseñanza-aprendizaje.



Aunado a lo anterior, tu sentido común y conciencia como padre o tutor responsable se despertará, te lo aseguro, cuando asumas esa responsabilidad con honor y amor hacia quienes te rodean y esperan tu guía.

Revisado lo anterior, veamos ahora cómo enseñar matemáticas. Recuerda lo siguiente: Imagina que eres tus hijos o alumnos: ¿cómo te hubiera gustado aprender las matemáticas? Prepara tus temas y conceptos junto con ellos.


Tus clases no deben ser eternas sesiones de memorización de tablas de multiplicar o conceptos sin movilidad. Es necesario que los niños se muevan, ya que están en etapa de crecimiento, y tampoco necesitan estrés. El cerebro necesita hidratarse, nutrirse y descansar. No les pidas cálculos mentales si no se han hidratado, descansado o nutrido, porque se frustrarán y no tendrán el rendimiento requerido para lograr sus objetivos.

En este tipo de enseñanza, todos aprenden y aportan, y tú también te retroalimentarás con lo que ellos te enseñan. El trabajo es en equipo. Existen tutoriales, páginas web, apps y plataformas gratuitas y de pago en las que puedes apoyarte para entender conceptos. Crea e implementa tus propios materiales que serán útiles para tus hijos o alumnos.

Únete a grupos de homeschooling y unschooling donde te darán ideas para implementar recursos didácticos según la edad de tus hijos o alumnos. Realiza evaluaciones no con el fin de etiquetar con calificaciones, sino para reforzar áreas de oportunidad y mejorar la enseñanza. Demuéstrales que las evaluaciones son retos que pueden superar, impulsándolos a ser competitivos, especialmente si buscas certificarlos en algún nivel.

Innova en tu enseñanza y conviértete en autor(a) de tu propio sistema de aprendizaje. Guíate por los programas de la SEP, ya que esta es la autoridad que determina qué temas se verán, sobre todo cuando se trata de certificaciones, ya sea por INEA, CENEVAL o cualquier otra plataforma o institución que ofrezca certificaciones. Implementa estos programas y haz del aprendizaje algo emocionante y dinámico, adaptado a tus circunstancias y recursos.


  • ¿Por qué no jugar con tus hijos o alumnos mientras aprenden Matemáticas?. Las tablas de multiplicar se aprenden en bicicleta, por ejemplo.
  • No se trata de comprar y gastar más, puedes recurrir a todo objeto, que se encuentra a tu alrededor, desde piedras, sopa, hilos, objetos de diferentes colores, tamaños, formas, el espacio donde estás, el espacio donde vayan, las formas y figuras que encuentran en su entorno.
  • ¿No funciona tu internet o se te descompuso tu computadora?, existen Bibliotecas Públicas, Lugares donde promueven la Ciencia y Tecnología, Museos, Cafés-Internet  y Áreas  donde puedes conectarte, entre otros. O cursos especiales para diferentes temas de las materias en el Área de Matemáticas.
  • Relaciona las Matemáticas con problemas cotidianos en donde sea un reto resolver.
  • Relaciona las Matemáticas con otras materias. Si las Matemáticas no es su fuerte, elijan la materia que más les guste y relaciónenla con esa. Por ejemplo, si les gusta la Biología, introduce temas de Matemáticas en temas de Biología, por ejemplo, Estadísticas. Otro ejemplo, si le gusta Español, Comunicación, Redacción, Expresión Oral o Escrita,  realiza un Cuento, Historieta, Obra de Teatro, Mito, etc. con respecto a las Matemáticas. 

Hay una infinidad de posibilidades para enseñar las Matemáticas, sólo disfruta de esta decisión.

Si tu tiempo o tus circunstancias no te lo permiten, recuerda que nosotros ya pasamos las Etapas de:
Primaria, Secundaria y Preparatoria y estamos dispuestos a apoyarte. 



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